Este proyecto surgió en la pandemia, un tiempo en el que la humanidad se descubrió vulnerable. No sabíamos qué significaba el COVID ni cómo enfrentarlo. Todo nuestro conocimiento resultaba insuficiente. Mientras se luchaba por encontrar vacunas, nuestra fragilidad quedó al desnudo.
Una de las fotografías que utilicé muestra a una mujer en la iglesia de la Veracruz, en Medellín. La tomé antes de la pandemia, pero al integrarla en mi obra, su imagen cobró otro significado. En su rostro ya habitaba la angustia de no tener con qué pasar el día. Al verla en ese nuevo contexto, me pregunté si habría sobrevivido, si habría logrado subsistir.
A través de esta obra y las fotos que componen el proyecto se observa que somos demasiado frágiles.